lunes, 30 de enero de 2012

Ok. Volvi.

Prometí no volverte a escribir, por lo menos mientras este bien. Esto quiere decir que no estoy del todo bien, acaba de empezar un nuevo año, pero acabo de dejar un año muy duro para mi. El comienzo del año viejo, fue caótico, sobre todo para mi alma y corazón, todo empezaba a cambiar, y de una forma que no me estaba gustando. No se puede decir que fue un año de mierda, porque por suerte conocí a personas realmente valorables, y conocí un poco más a personas que necesitaba, conocí un sentimiento que jamás había sentido, conocí, experimente, explore. Pero en el camino, deje personas, deje un viaje, deje una fiesta, deje cosas, cosas inexplicables, de las que hoy me arrepiento. Quizás ya pasó más de un año de uno de los momentos más importantes de mi vida, de uno de los momentos que me hizo cambiar, me hizo madurar (si, a los golpes, pero en fin.. ), hoy un año más grande, me estoy dando cuenta que dije cosas de más, que me equivoque, que soy una persona y no soy perfecta y nada, ni nadie, tiene que estar a mis pies. Que fácil es decirlo hoy, y que difícil fue sentirlo en su momento, el sentimiento de FRACASO que jamás había sentido.
De esas personas que dejé en el camino, es de lo que necesitaba hablar y es por eso que hoy estoy tan frágil y nostálgica. Hace días que sueño con ellas, con una en particular, pero ellas en fin. ELLAS como las nombraba con mi psicóloga, después de mi decisión nunca pude decir sus nombres sin sentir que se me rompía el corazón. Fueron el primer grupo de pertenencia que tuve, fueron mis mejores amigas y hoy, son como desconocidas para mi, son sólo recuerdos de una gran parte de mi adolescencia, me gustaría que todo esto se vaya, todo este dolor forme parte de un pasado, pero no puedo. Aunque me haga la fuerte y en mis palabras vuelque lo aprendido en este último año, hay momentos en los que no puedo no demostrar debilidad. Es el día de hoy, en el que lloro por todos mis fantasmas del pasado, y siento que no puedo cargar con este peso en mi espalda, un año de terapia parecen no haber pasado, sé que aprendí, se que logre cosas que pense que jamas lograría, pero el peso está, y no me lo puedo sacar.
Que feo es extrañar, extrañar tardes, noches, mañanas, todo... Que feo. Lo que más extraño son las charlas, las charlas de todo tipo de cosas. Hoy podría estar contándoles que estoy bien, que estoy de novia, que siento que conocí al amor de mi vida, y ellas, sus cosas. Apoyándome como siempre. Pero todo no sale como uno quiere, y a mi las cosas ese año claramente no me salieron como quise.
Espero haber aprendido, y haber entendido que con amigas como ellas no se jodía.
Hoy sé que las extraño y que nada va a poder cambiar toda esta situación. Pero sé, que de todo se aprende.